3 de febrero de 2018

CASTILLO DE SARDEA - Castro de la Edad del Hierro y castillo medieval

Peña rocosa del castro de Sardea
Muy cerca de Pamplona, junto a Añézcar, en el municipio de Berrioplano, se levanta sobre el llano el monte Ezkidi. La situación estratégica del monte Ezkidi es privilegiada, ya que controla el acceso noroeste a la Cuenca de Pamplona. Prueba de ello es que aun hoy es lugar de paso obligado. Así, el monte Ezkidi se encuentra entre la carretera nacional y la autovía que llevan a San Sebastián y a Vitoria. En su cima y ladera este se encuentra el castro de Sardea.

Además las posibilidades de defensa y fortificación de Ezkidi se ven incrementadas por los cortados rocosos que protegen la cima y la parte superior del monte. La cima es sólo fácilmente accesible por el este, estando protegido el flanco norte, sur y oeste por precipicios de decenas de metros.


Esto hacía al monte Ezkidi ideal para el establecimiento de un castro de la Edad del Hierro y posteriormente de un castillo medieval. Por todo esto el castro del castillo de Sardea es un excelente ejemplo de conjunción de poblado ubicado estratégicamente en lugar de paso con unas excelentes posibilidades defensivas naturales.


El castro de Sardea con sus 3,5 hectáreas de extensión es un castro de medianas dimensiones pero que fue uno de los más importantes de la Cuenca de Pamplona. De hecho era uno de los castros clave para la defensa de la Cuenca de Pamplona junto con los castros de Irulegui e Irunzu. Fue descubierto en los años 90 del siglo XX por Amparo Castiella y su equipo de la Universidad de Navarra.
Del castro de Sardea quedan hoy quedan pocos restos estructurales. Pero si podemos todavía apreciar un gran terraplen que esconde la muralla que protegía el poblado que se encuentra a media ladera, en la línea de nivel de 600 m.
Gran terraplén de defensa del castro de Sardea
Asimismo a partir del terraplen y hacia la cima encontramos una serie de escalonamientos que probablemente son aterrazamientos para preparar la inclinada ladera para la construcción de las casas.
Otra vista del terraplén de defensa de la muralla del castro de Sardea
También en algunos puntos podemos ver paredes de roca talladas también artificialmente que formaban parte de las estructuras defensivas del poblado. Una de esas paredes parece formar parte de una segunda línea defensiva que se encontraba más cerca de la cima, a la altura aproximada de 620 metros.
Pared de roca cortada artificialmente en el foso de la cima
Junto a la cumbre de Ezkidi podemos ver un gran foso que corresponde al antiguo castillo medieval que se encontraba la misma cima. Hoy apenas queda nada del castillo medieval a falta de que se realicen las excavaciones arqueológicas oportunas que podrían sacar los cimientos de la fortaleza y quizás también de la ermita moderna que aquí se levantó.
Foso del castillo de Sardea
Lo que si es visible en la cima son los soportes de un antiguo toro de Osborne, soporte publicitario que aprovechaba precisamente la buena visibilidad de la cima de Ezkidi para todos los que acceden tanto por la carretera nacional como por la autovía a la Cuenca de Pamplona por su entrada noroeste. Hace ya tiempo el toro fue retirado pero que duda cabe que su instalación pudo afectar los niveles arqueológicos.
Soportes del toro de Osborne en el monte Ezkidi

Lo más destacable de la cumbre de Ezkidi es el gran cortado rocoso de decenas de metros de caída a plomo que cierra el castro por el noroeste, haciéndolo por este lugar inaccesible.
Cortados rocosos de la cima de Ezkidi


Desgraciadamente, la erosión, las lluvias y los movimientos sísmicos han provocado qué parte de la cima se haya desprendido lo cual probablemente haya perjudicado los niveles superiores tanto del castillo medieval como los posibles restos arqueológicos de la Edad del Hierro. Si nos asomamos, siempre con cuidado, al borde del precipicio, podemos ver grandes rocas que se desprendieron caídas en la base de la peña.
Como es habitual en este tipo de castros las panorámicas son excelentes. Desde la cima vemos perfectamente como el castro controlaba visualmente la entrada noroeste de la cuenca de Pamplona. Por el norte domina la salida del corredor de la Barranca. Y a pocos kilómetros al sur vemos Pamplona. Cualquier ejército que entrara por aquí podía ser inmediatamente detectado y Pamplona podía ser avisada inmediatamente.
Mar de nubes desde la cima de Ezkidi. Se aprecia la sombra de la peña sobre las nubes.
En las prospecciones superficiales de Ezkidi han aparecido cerámicas de la Edad del Hierro y medievales, pero lo más importante han sido los numerosos glandes o proyectiles de honda del siglo I a.C. Según Javier Armendáriz es muy posible que el castro de Sardea fuera destruido y abandonado precisamente durante las guerras sertorianas. El castro defendió probablemente el bando Pompeyano siendo los afines a Sertorio quienes acabaron con este emplazamiento clave para el control de la Cuenca de Pamplona.
Proyectiles de honda encontrados en el castro de Sardea. Fuente: ver bibliografía.



Bibliografía:
Armendáriz Martija, Javier:De aldeas a ciudades. El poblamiento durante el primer milenio a.C. en Navarra
Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, 2008, Trabajos de arqueología navarra. Monografías arqueológicas

© Julio Asunción

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